Las faldas tenían forma de campana, con un ligero acortamiento a la altura del tobillo, lo que permitía ver las medias, decoradas con vistosos motivos ornamentales, así como los zapatos, de seda bordada y adornados con lazos o rosetas. Magallanes, a pesar de muchas derrotas ante equipos de mayor nivel en partidos amistosos, siguió escalando hasta lograr vencer al Royal Criollos, aquel equipo que los ninguneó, en la final de la Copa Londres (Primera División de Caracas) de 1930. Sumado a la Copa de Las Tres Lunas conseguida en 1928, catapultó la popularidad del Magallanes.