El tramo desde la actual Puerta de Toledo hasta el puente, trazado también en tiempos dieciochescos, se llamó Paseo de los Ocho Hilos hasta principios del siglo XX, debido a las ocho hileras de árboles que lo adornaban. Aunque no lo crean, nosotros notamos una energía diferente bajo esos árboles en concreto, con sus mesas urbanas en estilo de los años 70 para echar la partida.